Por Vladimir Turró
Periodista Independiente
La
Habana. El hecho de no tener una ayuda económica del estado cubano, ha
provocado que Héctor Gil Miranda Rivalta,
quien es esquizofrénico paranoico, sea llevado, el próximo 20 de noviembre, por
tercera vez en 15 años, ante tribunales, para enfrentar cargos de peligrosidad
delictiva.
Héctor,
junto a su hermano Gilberto Miranda Rivalta, también con retraso mental, reside
en San Joaquín 523 entre Corta y Vigía en el barrio de Ataré en el municipio
Cerro, según informaron algunos vecinos, que prefirieron no ser identificados,
y confirmaron, que los mismos quedaron huérfanos desde muy jóvenes.
Ante
esta situación, Héctor, quien es el menor de los dos, se hizo cargo de la
manutención de su hermano, y se dedicó a revender en el mercado de 3ra y 70
variedades de artículos que le daban algunos amigos. Por esta causa, en el año
2000 y 2010, fue sancionado a 4 años de privación de libertad, sin que el
gobierno tuviera en cuenta que su hermano quedaba desamparado, el cual pudo
subsistir gracias a la caridad de los mismos vecinos que ofrecen la información,
los cuales se encargaron de su alimentación, aseo y cuidados en general.
El
condominio donde residen los hermanos se encuentra en pésimas condiciones
constructivas, y en la actualidad, con ayuda de los residentes, Héctor ha
solicitado al gobierno un subsidio para la reparación de su hogar, pero se lo
han negado en más de tres ocasiones.
Muchas
veces, cuenta el mismo Héctor, se ha quedado sin comer para darle la comida a
su hermano, ya que como no vende nada en el día, no tiene dinero ni para el pan
de la canasta básica. Las autoridades también se han negado a darle alguna
ayuda por bienestar social, por lo que sólo depende de lo que gane en su
reventa.
Nuevamente,
después de ser multado con 1500 pesos en dos ocasiones en el mes de Octubre,
Héctor está a disposición de los tribunales,
y su hermano, quien ya tiene 58 años, en manos de dios
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