Por Vladimir Turró
Periodista Independiente
La
Habana. Mientras los gobiernos de Cuba y Estados Unidos dialogaban en La Habana
sobre diferentes aspectos para normalizar las relaciones diplomáticas entre los
dos países, Reynaldo Rodríguez Hernández esperaba en las afueras del tribunal
municipal del municipio Plaza, donde, supuestamente, lo encausarían por su
activismo político en las calles.
“Quizás
el gobierno Castrista liberó recientemente a 53 presos por motivos políticos,
pero, realmente, la represión contra los activistas cívicos no cesará” dijo
Reynaldo, quien es miembro del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo, haciendo alusión a su detención, que para su
entender, fue arbitraria e injusta por la manera en que se manipularon los
sucesos.
Según
su testimonio, este, quien transitaba el
día 11 de enero por la calle monte en la Habana Vieja en las cercanías del
parque de la Fraternidad, cuando se le acercó un oficial de la policía y le
pidió su documentación, la cual Reynaldo
no pudo mostrarle, porque la policía política se la había quitado.
Introducido
ya en el auto policial, es trasladado a la comisaria conocida como Dragones,
donde fue encerrado en una de sus mazmorras, ya que lo acusaban entonces de
actividad económica ilícita, lo cual no era verdad, según Reinaldo.
Al
día siguiente, fue trasladado a otra comisaria ubicada en la calle Cuba y
Chacón, donde fue instruido de cargos y con una solicitud, por parte del
instructor que lo procesó, de 1000 pesos de fianza, la cual se negó a pagar,
por lo que permaneció arrestado por tres días.
Al
no ceder antes las autoridades, fue liberado, con la condición, de que debía
presentarse lunes y viernes a firmar en la estación policial hasta el día del
juicio que sería el día 22, el cual fue suspendido, según el jefe del tribual,
por no poseer la documentación de la policía.
“El
juicio se suspendió por la presión que hicieron mis hermanos” alega Reynaldo, refiriéndose, a varios
miembros de la organización que milita, que lo acompañaron en todo momento, para
evitar su enjuiciamiento.
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