Por Vladimir Turró
Periodista Independiente
La
Habana. El preso común Vladimir Cuni Vélez falleció el 22 de agosto en la
prisión Combinado del Este, después de 58 días de ayuno, exigiendo a las
autoridades una revisión de su caso.
Vladimir
exigía que revisaran la sanción de 28 años que le impuso el Tribunal Provincial
de la Habana, por el delito de robo con violencia, después de haberle
arrebatado una cadena de oro a una mujer,
pero según la fuente el aseguraba que lo condenaron además por delitos que no
había cometido
Según
la información brindada, vía telefónica,
del preso político Ramón Alejandro Muños González, Vladimir fue trasladado al
comienzo de su huelga en el mes de julio del presente año, del edificio número 2
de la prisión del Combinado del Este, donde se encontraba recluido, hacia una
celda de castigo, conocida como la incrementada, donde permaneció hasta su
muerte.
Ante
la negación de Vladimir de abandonar su huelga, y antes de morir este, el esposo de su madre llamado Tony, se dirigió
a la Plaza de la Revolución con el afán de salvarle la vida a su hijo, creyendo,
según él, que las altas esferas del gobierno, intercederían por el reo, pero se
dio cuenta, de que todo lo que hizo fue en vano, ya que solo recibió respuestas
de que no se desesperara, que las autoridades penales no lo iban a dejar morir.
Esta
misma prisión ha sido escenario de grandes torturas, como la del caso del preso
político Yasser Benny, a quien el oficial Alcides, le sacó un ojo a golpes.
También, recientemente, el preso Yuleisi la Rosa se ahorcó, ante la negativa,
de las autoridades penales, de darles sus medicamentos para la epilepsia que
padecía.
El
18 de julio el preso político Ramón Alejandro Muños González también fue
agredido por los oficiales Lázaro y el mayor Crespo, quienes, con una sabana,
trataron de ahorcarlo, pero, según Ramón, no lo lograron, gracias a otros
presos que comenzaron a gritar consignas antigubernamentales “aun así, tuve
lesiones graves” dijo el reo.
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