Por Vladimir Turró
Periodista Independiente
La
Habana. Quizás la policía política no se imaginó que Enrique Días Rodríguez y
su esposa Lismeiri Quintana Ávila reaccionarían pacíficamente ante las amenazas
de una funcionaria de salud pública, que visitó la vivienda del matrimonio.
El
periodista y su esposa, que pertenece al grupo Damas de Blanco, han sufrido
varias agresiones por diferentes personas instruidas por la seguridad del
estado, afirmado por los agresores.
Según
el testimonio de la pareja, la funcionaria de salud pública, quien dijo ser supervisora
de la campaña contra el mosquito transmisor del dengue, se personó el día 26 de
agosto en la vivienda de estos, sita en calle 85 número 13640 entre 136 y 138
Los Positos municipio Marianao, con el fin, de realizar una inspección en los
depósitos de agua.
Al
terminar la requisa, esta les informa, en muy mala forma, que había encontrado
un criadero de mosquito en uno de los tanques, por lo cual, le pondría una
multa por esto, y además, les llamaría a la policía, le informó en tono
amenazante.
Al
ver las intenciones de la funcionaria, luego de una minuciosa explicación sobre
la situación de la entrada de agua en este poblado, Lismeiri le comunica a esta,
que no aceptaría, bajo ningún concepto, la imposición de la multa, lo que fue
respondido por la empleada de salud pública con ofensas de
contrarrevolucionaria, traidora y un sin número de insultos.
Automáticamente
la funcionaria se dirigió a la casa del Presidente del Comité de Defensa de la
Revolución, donde hizo una llamada telefónica a las autoridades, según una
vecina, que se encontraba allí, y no quiso ser identificada.
“La
policía nunca apareció” dijo Enrique, y agregó, que fue citado 2 días
después por el oficial conocido como Ernesto, quien en
un interrogatorio, que duró más de tres horas, le aseguró, que tuviera
cuidado con lo que escribía, porque nadie
sabía si podía pasarle algo inesperado
por la calle.
A
principios de año, Enrique fue atacado por una anciana, que le arrojo ácido de
limpiar baños en los ojos, causándole daños severos en la cornea, y la misma le
aseguró, que cumplía órdenes de la Contra Inteligencia Cubana.
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