Opinión: Un oficial sin leyes
Por Vladimir Turró
Periodista Independiente
La
Habana. Conocido como Camilo, y amparado por sus grados de Teniente Coronel de
la Contrainteligencia Cubana, este hombre encapucha, secuestra, golpea y
tortura a miembros de la sociedad civil independiente.
Innumerables
son los testimonios de opositores cubanos, que han pasado por las manos del
conocido esbirro, al servicio del régimen castrista que, frente a su banda de
delincuentes, se encarga de masacrar y amedrentar a los opositores cubanos.
Sin
importarle sexo, color, ni raza, abuza de los detenidos con total impunidad, e
incluso, hasta ha atentado contra la moral y la integridad de mujeres, muchas,
integrantes del conocido grupo femenino Damas de Blanco.
Con
su banda, opera en todos los escenarios de la oposición en la provincia La
Habana y, en los diferentes secuestros que efectúa, hace uso de sus juguetes,
entre los que se encuentra una pistola, la cual pone en la cabeza de las
víctimas encapuchadas, además, de un bastón eléctrico, con el cual también
tortura a sus víctimas.
También,
bajo su mando, tiene un grupo de mujeres conocida como las Marianas, las
cuales, cobardemente, golpean a sus víctimas en manadas y, generalmente, cuando
estas se encuentran esposadas.
Siempre
vestido de civil, al igual que sus gorilas, y con una guapería barata, ya que
sabe que es intocable, solo por el hecho de ser un oficial del Ministerio del
Interior (Minint) hace alarde de su poderío militar, con su frase: “Yo soy el
alcalde de La Habana”.
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