Por Vladimir Turró
Periodista Independiente
La
Habana. Quizás Luis Manuel Martínez Santana y su esposa Yadira Pérez Rodríguez nunca se imaginaron que sentarse con una guitarra en el muro del malecón, ubicado en la zona
turística del Vedado, los llevaría a una estación policial.
Según
cuenta la pareja, en la madrugada del
viernes 11 de julio, un policía de la brigada especializada los condujo en un auto militar hacia la estación de la
policía de Zapata y C, después de haberle pedido identificación por segunda vez consecutiva, cuando estos interpretaban canciones junto
a varios amigos.
Al
llegar a la comisaria, según Martínez Santana, fueron acusados, él por asedio
al turismo y su esposa por prostitución, sin tener alguna prueba de esto, solo
la confesión del oficial que los arrestó.
Ofendido
por semejante acusación, Martínez reclama, exigiendo la presencia del jefe de
la unidad policial o del político, quienes nunca aparecieron, por lo que fue
enviado a los calabozos.
Aprovechando
el encierro de este, los oficiales que estaban encargados del caso, manipularon
a Yadira (esposa), quien presenta problemas mentales, obligándola a firmar,
bajo intimidación, un acta de advertencia, siendo encerrada después junto a
Mileydis, una amiga también fue arrestada junto a ellos, y como no le
atribuyeron cargos, fue liberada en la mañana.
“Esto
es una injusticia y una falta de respeto a mi persona” dijo Martínez
Santana a una capitana llamada Arianni,
quien es la segunda jefa de unidad de Zapata, la cual le comunica que ya no
estaba acusado de asediar al turismo, pero que le decomisarían su guitarra y lo
multarían con 40 pesos moneda nacional (1.50 dólar) por actividad económica
ilícita, porque según ella, él tenía que estarle cobrando a esas personas que
cantaban junto ellos.
Al
terminar todo este montaje, explica Martínez, fue puesto en libertad, y al
preguntar por la situación de su esposa, le informaron que ya había sido
liberada.
Confiando
en la palabra de la autoridad se retira, pero al llegar a su casa no
encuentra a su mujer, por lo que decide regresar a la comisaría
donde le ratifican que la habían liberado, afirmándole, que se retirara sino
quería que lo encerraran nuevamente.
“La impotencia
de no poder hacer nada me enfureció tanto que hasta lloré” declara Martínez.
Asesorado
por su hermana, decidió ir a otra unidad policial conocida como la 6ta en el
municipio Marianao, para poner una denuncia por la desaparición de su esposa, ya
que en la otra entidad policial, no le quisieron dar curso. Allí conoció que su
compañera la habían enviado a un centro de retención de la policía conocido
como el Vivac, por lo tanto, la denuncia no procedía.
Luego
de visitar a su cónyuge, se dirigió a las oficinas de atención a la ciudadanía
de la Dirección Nacional de la Policía (DNP), donde impuso una queja por todo lo que estaba
sucediendo, y a pesar de que una oficial, con grados de mayor, le dijo que no
tenía ningún derecho por no trabajar para el estado, comenzaron a investigar
los hechos.
En
días posteriores, fue citado a la estación policial donde comenzó todo, siendo
entrevistado por una oficial de la (DNP) que se hizo llamar Ailer, quien
después de escucharlo, le comunicó, que el acta de advertencia de su
esposa por prostitución se anularía, y
que le devolverían la guitarra, pero su esposa seguiría encerrada por no poseer dirección de la capital, por lo
tanto, sería deportada a la provincia de Matanzas, donde supuestamente reside, según su carnet
de identidad.
Luego
de una semana arrestada, finalmente Yadira fue puesta en libertad el día 18 de
julio en Bermeja, un municipio Matancero, pero fue advertida por las
autoridades, de que si la agarraban en la provincia de La Habana, sería
encarcelada por 4 años bajo la acusación de peligrosidad.
A
Martínez nunca le devolvieron la guitarra con el pretexto de que nunca hizo una
reclamación por escrito “Fue un pretexto para quedarse con mi guitarra, porque
ellos nunca me dijeron lo de reclamar por escrito” indicó
Las
autoridades policiales, quienes se negaron a dar declaración al respecto, en
los últimos 4 meses han impedido la estancia a partir de las 12 de la
madrugada en el Malecón habanero a
jóvenes que se agrupan allí para conversar y matar el aburrimiento, según
informó Claribel Hernández, quien también resultó ser arrestada en la madrugada del 9 de Julio y liberada en la mañana, pero sin
cargos.
Según
una fuente oficial, que prefirió no ser identificada, el motivo por el que se están
llevando a cabo estos arrestos, es por el reciente descubrimiento de 7 jóvenes
fallecidos en uno de los parques cercanos al lugar.
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