Por Vladimir Turró
vladimirturrro@gmail.com
La
Habana. Destinada sólo para altos funcionarios y militares del gobierno
Castrista, la capilla H, de la famosa funeraria de Calzada y K, en la barriada
del Vedado, goza de comodidades y privilegios de los cuales carecen las
restantes capillas disponibles a la población.
Según
cuenta una trabajadora de la funeraria que prefirió el anonimato, la capilla h es
la única que cuenta con aire acondicionado y varios sillones de madera
acolchonados, los cuales, según ella, resultan más cómodos que los de aluminio
que se encuentran en las restantes capillas, haciendo así más agradable la
estancia a los visitantes de las más altas esferas del régimen de la Isla.
Ubicada
en el primer piso de la edificación, la habitación dispone de un local para preparar meriendas (Pantry),
donde alega la fuente, que siempre que hay un velorio, se preparan banquetes
con todo tipo de manjares traídos por los altos funcionarios, pero además, la
base (Sarcofaguera), donde descansa el ataúd durante el velorio, posee adornos
y esponjas para que este no se maltrate ni se arañe.
Informa
además la fuente, que esta capilla no puede ser alquilada a ninguna persona de
la población, aún si fuera la única disponible en toda la funeraria.
En una
ocasión, cuenta la fuente, una de las coordinadoras, quien es la encargada de
alquilar las capillas, fue despedida
por haber rentado la capilla prohibida a una familia necesitada, debido a que
las capillas disponibles a la población se encontraban ocupadas. Luego de que
llevaran varias horas velando a su ser querido, éstas personas fueron obligadas
a abandonar la capilla ante la llegada del féretro de un alto dirigente de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Los familiares generaron una gran
protesta producto de que les informaron, que serían trasladados a otra
funeraria por la negligencia cometida a manos de la coordinadora de la
institución.
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