La Habana, Cuba. Una historia publicada este jueves por el diario Juventud Rebelde, dejó al descubierto como autoridades estatales actúan por mecanismos, y no basados en argumentos sólidos y probatorios.
Asentados en que ‘’Faltó argumentación’’ en la respuesta dada por la directiva en cuestión, el rotativo cuenta la terrible odisea vivida por el villaclareño Eniel Rodríguez Machado, profesor instructor de la Universidad Central Martha Abreu.
Apunta el Diario, que el mismo se dirigía en la motocicleta triciclo del hermano desde el centro educacional hasta la ciudad de Santa Clara, pero en el camino, recogió a una joven pareja con un pequeño de meses, a los cuales les dio un aventón.
Al llegar a la ciudad, inspectores acompañados de policías le solicitaron una serie de documentos, y entre ellos la licencia para ejercer la transportación de pasajeros por cuenta propia. Él les informó que no era ‘’botero’’ (taxista), que solo les hacia el favor. Ellos no le creyeron, por lo que comenzaron hacerle preguntas a la pareja para saber si lo conocían, como evidentemente no eran sus conocidos, entonces ellos asumieron que se trataba de una actividad económica ilícita.
Refleja la nota, que en ningún momento preguntaron a la pareja si les habían cobrado. Aun así, estos les confirmaron que no lo había hecho.
Los trasladaron a la 3ra unidad de la policía nacional, Eniel como detenido, y la pareja acompañándolo para intentar infructuosamente hablar con alguna autoridad en aras de ayudarlo. Pasado unos 30 minutos la pareja decidió retirarse.
Después de un tiempo, trasladaron a Eniel hacia un salón donde se encontraban los inspectores de la Dirección Integral de Supervisión (DIS). Le impusieron una multa de 1500 pesos, bajo los argumentos de que los pasajeros no conocían ni su nombre ni su dirección, agregando, que en el vehículo solo podía transportar familiares o amigos.
Eniel reclamó la multa, pero la comisión encargada de responderle alegó, que tras la investigación se demostró que el servicio bridado había sido pagado. Según el reclamante la pareja nunca más fue contactada para ninguna investigación.
El reclamante no se dio por vencido e insistió, por lo que obtuvo como respuesta de la DIS y la fiscal, que como ellos no podían comprobar si le habían pagado o no, entonces asumen que el servicio si fue pagado por que los pasajeros no lo conocían.
A pesar de seguir escalando en su reclamación, finalmente la Fiscalía Provincial le confirmó que no procedía recurso alguno por la vía administrativa o judicial.
Por su parte, la respuesta de Reinaldo Oms Pairol director de la DIS en esa provincia, según Juventud Rebelde, fue repetir todo lo antes expuesto por Eniel, pero sin un argumento sólido para llevar a cabo la medida. Ante la falta de pruebas para demostrar la supuesta ilegalidad el Diario específica, que todo fue basado en un mecanismo, por lo que faltó argumentación por parte de la directiva.
Por último, el Diario refleja que la respuesta fue insuficiente ante la denuncia de Eniel, y además exhortó a las instituciones a argumentar y convencer.
Entonces el escribidor se pregunta: ¿Desconocerán las autoridades que los mecanismos usados no son los más indicados? ¿O quizás será que está prohibido ser generoso en la isla?